Iturria asegura que la violencia que se da al interior de las aulas tiene un trasfondo estructural, pues a lo largo de nuestra historia ha habido mucha violencia y sometimiento. Además, sostiene que el niño que tiene mala conducta o muestra un comportamiento agresivo replica, de alguna manera, lo que ha recibido de su entorno y de la sociedad en sí. “En los programas cómicos, por ejemplo, todo es violencia, sátira, mofa. Mientras más te burles del otro, más gracioso eres y más poder tienes. El resto te celebra, te aplaude, te conviertes en un ‘líder’ que somete y se impone con violencia”, dice. “El bullying, este hostigamiento verbal o físico que se da entre los alumnos no es la única manifestación de violencia escolar”, afirma la profesora Iturria. “Dentro de la institución educativa, esta también se manifiesta a través del acoso o abuso sexual o el maltrato hacia los alumnos de parte de los profesores, ya sea físico o psicológico”, agrega.

Más allá de la teoría

«El principal actor dentro de la educación educativa que puede ayudar a llevar la paz escolar es el docente, el directivo, y nosotros lo estamos atendiendo», señala la Mg. Iturria. Y añade: “Son las personas claves para lograr que el alumno se sienta sano, seguro y feliz dentro de su colegio. Se trata de un proceso que significa tiempo y esfuerzo, pero ya vamos alcanzando algunos resultados”.

“La idea es que los maestros desarrollen su capacidad de observación en clase, que puedan darse cuenta de las emociones de sus estudiantes, notar si es que alguien está triste, molesto o más introvertido de lo normal. Identificar si es que hay alguno en riesgo de ser maltratado y acercarse de manera empática”, precisa Andrea Ugarte, psicóloga clínica y asistenta académica del proyecto.

En sus propias palabras, el problema de la violencia es que esta se encuentra tan naturalizada que en muchos casos no se reconocen como tal. “Se dan muchos casos de violencia simbólica y psicológica cotidiana. A veces los profesores no se dan cuenta que con sus comentarios refuerzan estereotipos en contra de sus propios estudiantes”.

Maestros del Estado reciben capacitación de la PUCP

La diplomatura de Especialización en Educación Socio-Emocional para la Convivencia Escolar, iniciada en agosto del año pasado, forma parte de la estrategia del Ministerio de Educación para promover los colegios como espacios seguros y libres de violencia. Las instituciones educativas que participan de esta capacitación son escogidas por el Ministerio y deben formar parte de alguna de las siete Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL) y pertenecer a zonas con mayor riesgo de violencia escolar dentro de Lima Metropolitana. Los profesores y directivos (directores, sub directores y coordinadores) se inscriben de manera voluntaria y, actualmente, llegan a 488. La gran mayoría de los capacitadores de la Diplomatura son psicólogos, egresados de la PUCP, además de sociólogos y educadores, abogados y comunicadores.