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Noticia

Alzheimer, más allá del estigma

La docente Nani Pease comenta sobre un tema muy cercano a ella: el Alzheimer. Luego de la producción de la obra teatral –»Financiamiento desaprobado”–, que desarrolla la historia de un hombre que vive con esta enfermedad, ha podido vincularse con los familiares de personas que la padecen.

  • Texto:
    Nancy Vargas
  • Fotografía:
    Mario Lack

El Alzheimer es una forma de demencia neurodegenerativa que afecta, mayormente, a personas a partir de los 60 o 65 años, aunque podría presentarse antes. Esta  enfermedad no tiene cura y a pesar de que los estudios continúan con esperanza de sanar a quienes la padecen, no se ha podido determinar qué es lo que la origina. Nani Pease, docente del Departamento de Psicología de la PUCP, precisa que el Alzheimer tiene un fuerte componente genético, pero es difícil determinar el grado de implicancia ya que “la relación entre herencia y ambiente es cada vez más compleja”.

Los primeros síntomas se presentan cuando se borra la memoria biográfica, la persona comienza a perder su identidad. La enfermedad pasa por muchas etapas y termina cuando se apagan las funciones vitales. A pesar de que la sintomatología varía, hay patrones que se pueden identificar ya que las fases tienen que ver con el nivel de deterioro cognitivo, manifiesta la especialista. Sin duda se trata de un proceso doloroso para quien lo padece y para quienes lo acompañan.

A pesar de no tener cura, se recomienda realizar actividades para retrasar la pérdida de facultades, los programas de crecimiento cognitivo son los más frecuentes ya que buscan que la mente se mantenga activa. “La lectura es una de las que más ayuda” indica Pease. Una persona sociable que utiliza sus recursos mentales permanentemente puede retrasar la aparición de la enfermedad si es que tiene la tendencia. El deterioro que ya existe no se va a revertir, pero la actividad va a ayudar a que la aparición sea gradual.

Incidencia del Estado

Nani Pease presentó, hace algunas semanas, su obra llamada Financiamiento desaprobado, donde cuenta la historia de un hijo que cuida a su padre que tiene Alzheimer. A partir de esto, se creó una red de familiares cuidadores como un espacio para intercambiar recursos, medicinas nuevas y alternativas. Este grupo privado es lo único que algunas familias tienen para compartir y aprender sobre el Alzheimer.

El Estado peruano, en general, tiene una relación muy problemática con la salud mental, comenta Pease: “No tiene políticas específicas para condiciones como esta”. En las municipalidades, hay programas para personas de tercera edad, dentro de ellos, a veces, hay un tipo de soporte de recursos que se pueden ofrecer pero no son especializados. Una familia con pocos recursos, por ejemplo, no puede pagar una clínica, ni internar al paciente en algún servicio de salud. Los cuidadores de personas que viven con Alzheimer no tienen otra opción que cuidar a sus ancianos, luego se ve que ellos suelen tener una elevada sintomatología de ansiedad o depresión, justamente por tener que asumir esa carga, complementa Pease.

“¿Qué grado de culpabilidad tiene una persona con Alzheimer o depresión? Nadie le diría a otra persona que es su culpa ser miope o tener una hernia en la columna”, precisa respecto al estigma que tiene la sociedad sobre la enfermedad. “Yo creo que continúa este estigma de tener una condición de salud mental”, comenta Nani Pease, quien además dice que, en la actualidad, se sigue considerando que la culpa es de quien la padece.

Finalmente, comenta que la aproximación que el Estado hace a las enfermedades mentales parte del mismo estigma que ha tenido la sociedad a lo largo del tiempo, lo que no permite que los problemas relacionados con la salud mental se solucionen.

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