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Noticia

Alicia Morales asume la dirección general del CCPUCP

Luego de 20 años de notable labor como directora ejecutiva del Centro Cultural de la PUCP, Alicia Morales asume el importante reto como directora general, en reemplazo de Edgar Saba, quien emprenderá nuevos proyectos personales.

  • Texto:
    Akira Maeshiro

Cuando era más joven, mis hijos me preguntaban: ‘Mamá, ¿estás segura de que perteneces a esta familia?’”. Alicia Morales tiene toda una vida dedicada a la cultura, sin embargo, el inicio de ese camino fue distinto al de sus familiares más cercanos, quienes tradicionalmente estaban relacionados con la banca y la economía. Recuerda con cariño que su primera incursión como actriz en el teatro fue durante la época de colegio, con la puesta en escena de Ña Catita. “Fue un éxito. Incluso, hicimos una pequeña temporada en la Feria del Pacífico”, cuenta.

Cuando llegó el momento de decidir el rumbo que quería, contra la corriente, se presentó a la Escuela de Teatro de la Universidad Católica (TUC). “A los tres meses de ingresar, Alonso Alegría estaba preparando un montaje de Los Cachorros. A pesar de que estaba prohibido que participara enla audición por el poco tiempo que tenía, me lo permitieron y conseguí entrar”, dice. Así, su debut oficial sobre las tablas, de manera profesional, fue en 1970.

En 1983, junto con Luis Peirano, Alberto Ísola, Jorge Guerra, Mónica Domínguez y Gianfranco Brero, fundó la Asociación de Estudio y Producción Teatral Ensayo, donde participó como actriz y productora de los montajes. “Tuvimos una vida interesante y lo que se hizo tuvo mucho sentido en ese momento. Muchas veces, las funciones eran interrumpidas por apagones, así que elaboramos la estrategia de llenar el escenario de velas y continuar con la función si el público así lo deseaba”, narra.

Historia compartida

Alicia Morales conoció a Edgar Saba cuando estudiaba en el TUC. Luego, cuando Saba asumió la dirección general del Centro Cultural de la Universidad (CCPUCP), desde su fundación en 1994, sus caminos se volvieron a cruzar.

“Yo estaba por volver de Estados Unidos y, justo, Edgar me llamó para ofrecerme la posibilidad de acompañarlo en el proyecto que él empezaba a dirigir”, cuenta. Así, desde 1995, se convirtió en directora ejecutiva del CCPUCP y ha acompañado todo el proceso de crecimiento de una institución que se ha convertido en un referente cultural en el país.

Pero llegar hasta allí no ha sido fácil. “Hemos ido transformando el espacio en función de las necesidades que se han ido desarrollando. Por ejemplo, nosotros festejamos los 100 años del cine sin tener un proyector. Nos inventamos el cine a través de las otras artes, como la danza o la pintura. Hemos hecho de la necesidad, una virtud”, cuenta.

Con esos ánimos, en 1997, presentaron la primera edición del Festival de Cine de Lima, sin imaginar que se convertiría, en el futuro, en el principal encuentro cinematográfico del país y uno de los más importantes de la región. “Lo hicimos con muchas ganas, pero también con muchos miedos porque nosotros veníamos del teatro. Empezamos con dos salas y veinte películas, ahora en el Festival se presentan más de 400 películas en más de 53 sedes en Lima y provincias”, cuenta.

Respeto ganado

Ahora, emprender la marcha como directora general es una tarea compleja. “Es importante no decir ‘ya tenemos 21 años’, sino pensar cómo seremos dentro de 20 años”, dice Morales sobre la visión del Centro Cultural. “La cultura no debe ser ajena a nadie y tiene que ser de consumo cotidiano. Por eso, es importante salir de los espacios y encontrarse con la gente de a pie, para ofrecerle algo con lo que puedan empatizar o cuestionar”, refiere. No confinarse en el edificio de la Av. Camino Real parece ser la respuesta para democratizar más la cultura.

“Una de las cosas maravillosas que me pasó ocurrió en el último Festival de la Palabra. Un muchacho iba a todos los conversatorios y, en uno de ellos, intervino y dijo que estaba encantado porque nunca había ido a este tipo de actividades. Contó que al salir iba a comprar entradas a sus padres para que vayan al teatro. Había descubierto que, a partir de esos estímulos, él se sentía mejor”, cuenta. Sin duda, el CCPUCP va por buen camino.

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edgar saba

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