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Noticia

Inclusión financiera sin sobreendeudamiento

El sobreendeudamiento es un gran problema en el Perú. Miles a diario piden préstamos que no pueden pagar. El Mg. Juan Carlos Sánchez Valda, experto boliviano en estrategia y finanzas, comenta las dificultades de las deudas y cómo se deben evitar.

  • Fotografía:
    Roberto Rojas

La inclusión financiera es un concepto relevante para un país con brechas económicas amplias como el Perú. La “inclusión social” se ha discutido mucho en los últimos años y, sin embargo, aún el Estado no encuentra la vuelta de tuerca a la desigualdad en nuestro país. “Se cree que la solución es bancarizar y darle crédito a la gente, pero es un gran error”, opina el Mg. Juan Carlos Sánchez Valda, director del proyecto de Gobernanza e Inclusión Financiera para América Latina del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El experto sostiene que el Estado e instituciones privadas deben trabajar en conjunto para educar a la sociedad en materia financiera con el fin de que manejen mejor la finanza familiar y eviten un gran problema de miles de peruanos: el sobreendeudamiento. “Inclusión financiera no es solo darle crédito a la gente. Esto es contraproducente y los menos beneficiados se sobreendeudan. Es cierto que la gente que no tiene acceso a la banca está excluida, por eso el objetivo es incluirla a través de servicios financieros, pero no solo al crédito, sino a través de productos como microseguros, microleasing o pensiones que los beneficien“, argumenta Sánchez, quien tiene una licenciatura en Administración por la Universidad de Buenos Aires.

Un tema fundamental en la discusión es el ahorro. El especialista boliviano sostiene que dar posibilidad de ahorro a personas de bajos recursos es dar una mejor calidad de vida y, sobre todo, futuro. “Por ejemplo, crear cajas de ahorro, dar seguros, pensiones o productos específicos es inclusión porque se ayuda a las familias menos beneficiadas sin la necesidad de endeudarlas. En Ecuador, hay un producto para gente con VIH dentro de las microfinanzas y funciona muy bien”, plantea el especialista boliviano.

Entonces, lo que falta en la región es que las instituciones (los bancos incluidos) informen los beneficios de sus productos y que los adecúen a la necesidad de cada familia sin sobreendeudarla. “Otro ejemplo: el beneficio de tener crédito es comprar cosas o emprender negocios. Sin embargo, si esto con el tiempo se tergiversa, el préstamo se convierte en una cosa más importante y se olvida el fin para lo que se pidió, entonces aparece el sobreendeudamiento, un problema que aqueja a cientos de miles de ciudadanos en Sudamérica”, complementa el experto.

Finalmente, Sánchez Valda refiere que es muy importante que los capacitadores que informan sobre estos beneficios de los productos financieros sean honestos y tengan técnicas de aprendizaje adecuadas para llegar bien a los diferentes grupos sociales. “Los más pobres deben aprender los beneficios de los productos financieros. En principio, sus beneficios son cubrir otras deudas y ese es un gran problema. Las instituciones educativas y el personal que explica cómo funciona la deuda cumplen un rol clave en la educación financiera. Si el que recibe un crédito ignora esto, todo se vuelve perverso”, concluye el administrador, quien visitó nuestra Universidad para dar el taller “Planeación estratégica para instituciones de inclusión financiera”, organizado por la Especialidad de Trabajo Social de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas.

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