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Noticia

Día del Trabajo: Informales y subempleados

A cuatro días de conmemorar el Día Internacional del Trabajo, especialistas en materia laboral de las áreas de Derecho y Economía hacen un análisis sobre los problemas más urgentes en el sector, evalúan las políticas implementadas hasta el momento y proponen cambios.

¿Cómo es un mercado laboral saludable? ¿Qué hace que una forma de trabajo sea buena y otra no? ¿Estabilidad laboral o facilidad para rotar la fuerza laboral, relaciones laborales empleador-empleado o trabajo independiente? Es difícil describir las condiciones laborales perfectas, especialmente porque, cuando se habla de empleo, son tres los actores que interactúan entre sí y que tienen necesidades y prioridades diferentes: el Estado, las empresas y las personas. Para que uno prospere, los otros dos necesitan también resultados positivos. La clave, entonces, es encontrar un balance entre los beneficios y responsabilidades que corresponden a cada actor.

Por ser el tema laboral tan amplio e involucrar a actores tan distintos, hay muchas formas de abordarlo. Incluso, cuando los principales problemas han sido identificados, las estrategias propuestas para enfrentarlos pueden ser muy diferentes o hasta opuestas. En el caso peruano, desde hace muchos años, se ha identificado como uno de los principales problemas la amplitud del trabajo informal, sin embargo, aún no se logra determinar el camino más adecuado para disminuirlo.

Sistema variado

Una forma de incentivar que las empresas se formalicen y que brinden a sus empleados beneficios, como seguro de salud y acceso a un fondo previsional, ha sido regular el mercado laboral formal, de manera que sea atractivo para los empresarios y los trabajadores. Pero no todos los trabajadores formales tienen los mismos derechos y beneficios.
“En el Estado, puedes tener a trabajadores que laboran para municipalidades, ministerios, y gobiernos locales y regionales; trabajadores que laboran para regímenes especiales, como las Fuerzas Armadas, los profesores, los diplomáticos y los profesionales de la salud; hay otro gran régimen especial que es el de Contratación Administrativa de Servicios (CAS), que está de moda hoy en día en el Estado (hay casi medio millón de trabajadores bajo este régimen); y también tienes trabajadores que laboran en entidades con niveles de autonomía, como la SBS, el BCR, la Sunat y la Contraloría; o trabajadores que laboran para las empresas del Estado, que están bajo el Fonafe. Y cada uno tiene sus peculiaridades”, nos explica el Mg. Jorge Toyama, docente del Departamento de Derecho.

Asimismo, en el sector privado existen también distintas modalidades de empleo: “Hay trabajadores que laboran para la microempresa, que es la gran mayoría de peruanos; quienes trabajan para regímenes especiales, como el régimen agrario, textil, de trabajadores portuarios, de construcción civil, de minería y de trabajadores del hogar. Y cada uno tiene su propia regulación, sus propias características”, continúa Toyama.

Cada uno de estos regímenes laborales brinda a los trabajadores un conjunto de derechos laborales determinado, que los protege ante eventualidades como una enfermedad o el desempleo. Sin embargo, si bien poco a poco se En el Perú, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), las mujeres perciben menos ingresos que los hombres en todas las zonas geográficas y en todos los niveles educativos. Además, las mujeres tienen menor acceso a un sistema de pensiones y trabajan, en promedio, nueve horas semanales más que sus pares hombres.

Al trabajo remunerado, se suman las labores del cuidado familiar y del hogar, que –en general– son considera- Las mujeres y el trabajo en el Perú desde dos frentes: aliviando la carga de las tareas domésticas y procurando mejorar sus condiciones laborales. El primer objetivo se consigue implementando un buen servicio de guarderías, y facilitando el acceso a electrodomésticos y servicios que reduzcan la cantidad de horas necesarias para atender las necesidades de la casa; mientras que el segundo objetivo se puede lograr implementando políticas de discriminación positiva en el mercado laboral.

Desigualdad de género

das las más atractivas para las mujeres peruanas, según se desprende del estudio “Familia, Roles de Género y Violencia de Género”, realizado en diciembre del 2012 por el Instituto de Opinión Pública (IOP), y contrastado con la encuesta “Family and Changing Gender”, del International Social Survey Programme, aplicada el mismo año en 37 países. La Dra. Janina León, docente del Departamento de Economía, considera que se necesita atacar el problema de la desigualdad laboral femenina ha conseguido ampliar los derechos de los trabajadores dependientes y se ha conseguido que aumenten en número, la mayor parte de peruanos que trabajan lo hacen aún informalmente.

La pregunta que surge aquí es si se debería continuar flexibilizando las normas del sector formal o no. Algunos especialistas en derecho laboral, entre los que se encuentra el Mg. Toyama, consideran que la ampliación de beneficios para los trabajadores en el sector formal contribuye a que sea más difícil que los microempresarios se formalicen y puedan contratar a personal que logre acceder a condiciones básicas, como una Remuneración Mínima Vital, seguridad social y fondo de pensiones. “Yo creo que la único que hace la alta rigidez laboral, como la que se vive en el Perú, es distanciar más las diferencias entre aquellos que tienen trabajo en planilla, ganan un sueldo adecuado y tienen seguro, y aquellos que no lo tienen”, afirma.

Microempresarios

Opina diferente la Dra. Janina León, docente del Departamento de Economía. No son, a su juicio, los altos costos de la formalidad lo que no permite a las microempresas informales acceder al mercado formal, sino la falta de capacitación y baja productividad. Al hablar sobre microempresa, explica, es importante tener en cuenta que cerca de la mitad de este sector está conformado por empresas en las que el dueño trabaja solo o recibe la ayuda, eventualmente, de integrantes de su familia. “El grueso de la mano de obra que hoy en día no es asalariada trabaja por su cuenta. Es decir, se ha generado su propio trabajo, su propia microempresa. A lo mejor es ilegal, pero la motivación no es ser ilegal, sino generar algún ingreso y si para hacerlo te tienes que saltar las normas, te las saltas. No hay mucha presión moral”, detalla.

El resto de microempresarios, agrega, hace lo posible para formalizarse y participar en las oportunidades que el Estado y el sector privado les ofrecen, pero la falta de capacitación es un obstáculo. Según explica la Dra. León, para acceder a un concurso público, o establecer relaciones comerciales con una empresa formal en el país o en el extranjero, las microempresas necesitan realizar una serie de trámites administrativos difíciles de comprender si no se cuenta con asesoría. La falta de información se extiende también a las alternativas financieras disponibles y al acceso a programas de ayuda a la microempresa.

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