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“Evitar la impunidad es la mejor forma de evitar que el crimen se produzca de nuevo”

Las desapariciones forzadas han sido un tema transversal en la historia de varios países de América Latina y la forma en la que cada uno lo ha enfrentado ha escrito su historia oficial. La Dra. Lafontaine repasa la forma en la que el tema ha sido trabajado en la región, justo cuando el Perú acaba de aprobar una ley sobre búsqueda de desaparecidos de la época del terrorismo y el Estado asume, casi 30 años después, un compromiso con un tema que el país tiene pendiente. Ella participó de la clase magistral “El espacio vacío entre nosotros. Desapariciones forzadas en América Latina”, organizada por la Maestría en Derechos
Humanos.

  • Fannie Lafontaine
    Profesora de la Université Laval (Canadá)
  • Texto:
    Katherine Subirana
  • Fotografía:
    Víctor Idrogo

¿Qué lecciones ofrece Latinoamérica sobre desapariciones forzadas?

Una cosa que vale la pena destacar es que es un fenómeno global, que nació desde los decretos nazis. Desapariciones han sucedido en Nepal, Sri Lanka y están pasando en Siria. Pero es importante el rol que ha jugado América Latina en el reconocimiento global de desaparición forzada por el trabajo de las comisiones de la verdad y la reconciliación (CVR) que hubo en cada país (Guatemala, Perú, Chile, Argentina, etc.). El trabajo de las CVR hace que las voces de las víctimas puedan ser oídas, y que su historia sea parte de la historia nacional y de una memoria colectiva. A pesar de los problemas, el tema ha sido enfrentado en Latinoamérica y ha habido esfuerzos, por parte de la justicia, para juzgar a los responsables de las desapariciones forzadas, torturas y otros crímenes a los más altos niveles del poder. El caso Fujimori aquí es un gran ejemplo; el de Videla, en Argentina; y el Ríos Montt, en Guatemala. La región es una inspiración porque se ha logrado verdad, justicia y reparaciones.

¿Qué país considera que ha trabajado mejor el tema de memoria y justicia?

Gracias a fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Guatemala está haciendo un trabajo bastante importante. Del lado de la justicia, hubo una fiscal muy fuerte que avanzó sin miedo, aunque tuvo amenazas, y sacó adelante el caso contra el exdictador Ríos Montt. Hay una sociedad civil muy fuerte, con abogados que trabajan en un contexto político bastante complicado. Luego, creo que Argentina es un ejemplo por la forma en la que se han organizado los procesos penales.

¿Cómo debe actuar el Estado ante una desaparición?

Debe hacer todo. Investigar lo que ha pasado, averiguar quién se lo llevó y a dónde, en qué circunstancias, ¿fue torturado?, ¿ha sido asesinado? Y, luego, encontrar el cuerpo, y hacer los exámenes de ADN y el peritaje forense. Lo que quiere la familia de la víctima es cerrar la herida, por eso necesita saber la historia y estar segura del paradero de la persona. Ese es el proceso más técnico. Después está el proceso más simbólico: el pedir disculpas, el reconocimiento del Estado de su responsabilidad en el hecho y aplicar la justicia a los responsables. Finalmente, vienen las reparaciones, que normalmente no están muy bien hechas. Pueden incluir disculpas públicas, una compensación financiera, acceso a programas de salud o de educación, becas, etc.

Las desapariciones se ven como un tema muy lejano, pero hay casos actuales, como el de Ayotzinapa, en México.

Ese es un caso muy importante, donde es simbólica la falta de un Estado que tome en serio el fenómeno de desaparición forzada. Si el Estado mexicano no hace nada o no hace lo suficiente para encontrar y esclarecer el caso de esas 43 personas, imagínate qué hace con los casos que no sabemos que existen. Pero creo que la presión internacional y al interior de México están rindiendo frutos. Las violaciones graves de derechos humanos no son vistas más como cosas puramente internas, sino como casos que merecen una intervención y la preocupación internacional. La preocupación diplomática es parte de lo que hacen los Estados entre sí por los derechos humanos. Además, hay órganos que tienen el mandato de hacerlo. En ningún caso una intervención puede ser considerada injusta, sino ya prevista y legítima.

¿Se puede prevenir una desaparición?

El fenómeno ya está reconocido como tal. Las ONG antes se encargaban solo de cosas como torturas, pero ahora también se ocupan de las desapariciones, pues están documentadas. Entonces, no creo que sea más difícil de prevenir que otras situaciones, como la tortura. Además, cuando es hecha por gobiernos, hay manera de saberlo. Entonces, todo lo que acabamos de hablar de justicia y búsqueda son maneras de prevenir. Evitar la impunidad es la mejor forma de evitar que el crimen se produzca de nuevo.

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