Ir al contenido principal Ir al menú principal Ir al pie de página

"Los estudios transatlánticos proponen ir más allá de una área de especialización"

El crítico y escritor peruano hace un balance del primer Congreso Perú Transatlántico, organizado del 15 al 18 de julio, conjuntamente por la PUCP y la Universidad de Brown, y patrocinado por la Facultad de Letras y Ciencias Humanas, el Departamento de Humanidades, la Maestría en Literatura Hispanoamericana y el Instituto Riva Agüero de nuestra Universidad.

  • Julio Ortega
    Docente de Literatura de la Brown University
  • Texto:
    Miguel Sánchez Flores
  • Fotografía:
    Roberto Rojas

¿Cómo definiría los estudios transatlánticos?

Como una crítica de la nostalgia metafísica y de la esencia de lo nacional. Lo transatlántico es una apuesta por la prospección de los procesos que abren espacios, y crean horizontes en la lectura y análisis y también en la comunidad imaginaria de lo nacional como un devenir.

¿En la visión transatlántica, la noción de lo nacional se pierde o refuerza?

Diría que se reformula. Por ejemplo, la figura del mundo andino no solo tiene que ser una raíz o un rizoma que se remonta a los orígenes sino también puede ser un árbol en crecimiento progresivo. Entonces, José María Arguedas no solo sería la genealogía del quechua, de lo indígena, o del mestizaje sino también el florecimiento, el desencadenamiento de nuevas imágenes, espacios y opciones. Creo que en el mundo quechua ya existe ese modelo, que ve al mundo como algo que siempre está haciéndose. Nosotros en la cultura criolla, lo vemos como una tradición y no es eso, es una mezcla de la nacional, un diálogo de culturas y de sistemas de información y, por lo tanto, lo andino se desarrolla mejor cada vez que se conecta con horizontes abiertos.

Sobre los temas, da la impresión que los estudios transatlánticos permiten abarcar varias disciplinas.

No hay un repertorio de lo atlántico como lo privilegiado, no es una jerarquía de temas, sino es justamente un despliegue de una cartografía más horizontal. Esas alternativas temáticas y metodológicas y de reinterpretación suponen un espacio muy abierto y desplegado. Entonces, lo transatlántico vendría a ser solo una parte de lo que Ottmar Ette llama lo transareal, es decir, de trabajos que atraviesan distintas áreas de especialización y crea articulaciones nuevas.

Y qué le diría a las críticas que acusan a los estudios transatlánticos de poco especializados.

Los estudios transatlánticos proponen ir más allá de una área de especialización, que es una visión muy positivista y tradicional de la escolaridad y de la investigación. La idea es resituar nuestra área de trabajo en una interacción de áreas para ver textos y objetos en las intersecciones de la historia, antropología, literatura y otras disciplinas. Lo ideal sería ver ese desplegado sobre todo en las obras de arte, que son objetos concentrados de información. Es como un desencadenamiento químico, depende qué lectura entra en contacto con este material y qué proceso desencadena esta lectura crítica, así se descubre un nuevo nivel de significación en los objetos culturales.

¿Qué rutas desde lo peruano se situarían en los estudios transatlánticos?

La obra de Arguedas, en primer lugar, viene de la antropología, etnología, y de la búsqueda de un espacio de legitimación del mundo indígena dentro de lo moderno. Creo que la obra de Arguedas dialoga con la Mariátegui y cada uno de los capítulos de Los Ríos Profundos responde a cada uno de los 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana. Asimismo, es una novela de formación del sujeto peruano, de educación, de las autoridades construidas en esa formación que son la religión la educación, el Estado, la familia disgregada, la orfandad peruana, el luto. También está el mundo mágico del sistema de conocimiento andino, la posibilidad de una novela testimonial y está sobre todo un lenguaje español que nadie habla que es el español andino.  Es una construcción poética completamente, entonces vemos el esfuerzo por crear un árbol nacional que tenga todas las ramas, las savias y las flores de la cultura peruana.

¿Cuál sería el balance de este primer Congreso?

Lo más importante es la cantidad de profesores jóvenes y de estudiantes de doctorado de distintos países; pero sobre todo del Perú que han participado. Eso demuestra que aquí, como en otros países, hay necesidad de ir más allá de las genealogías,que son una reconstrucción y una exploración del pasado. Se hace necesaria una mirada nueva hacia el horizonte en construcción de la cultura como un espacio de respiración y de la literatura como una visión prospectiva, una necesidad de encontrar un horizonte de participación donde la escritura y la lectura configuran una nueva época y una nueva realidad literaria.

El Perfil

Nombre: Julio Ortega

Deja un comentario

Cancelar
Sobre los comentarios
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los comentarios pasan por un proceso de moderación que toma hasta 48 horas en días útiles. Son bienvenidos todos los comentarios siempre y cuando mantengan el respeto hacia los demás. No serán aprobados los comentarios difamatorios, con insultos o palabras altisonantes, con enlaces publicitarios o a páginas que no aporten al tema, así como los comentarios que hablen de otros temas.