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"En la actualidad, un país no podría vivir sin exportaciones"

Su labor como investigador y gestor de proyectos para la Organización Internacional de Normalización (ISO) y el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), lo han convertido en un referente mundial dentro del ámbito de la economía y la educación. Donggeun Choi, Ph.D en Investigación Tecnológica y Administración por la Universidad de Sungkyunkwan (Corea del Sur), fue invitado por el Instituto para la Calidad de la PUCP como ponente de las conferencias internacionales “Perú, País Competitivo: Impacto de la Innovación y la Calidad en la Apertura Comercial” y “Enfoque Estratégico para el Desarrollo de Capacidades en el Marco de la Competitividad”.

  • Donggeun Choi
    Investigador en Korean Standards Association y en National Institute of Standards and Technology

¿Cuál es la importancia de las exportaciones en las economías modernas? ¿Un país puede conseguir el éxito prescindiendo de ellas?

En los tiempos que corren, probablemente no. En la actualidad, un país no podría vivir sin exportaciones. Hay países, incluso, que se mantienen solo por ellas, como es el caso de Corea del Sur. Tomemos como ejemplo a Perú. Para un país como este, lo más recomendable es la exportación, dada la inmensa diversidad de recursos con los que cuenta y dado que su mercado interno no es suficiente para lo que produce. Lo que hay que desarrollar son infraestructuras de calidad y tecnología que le permita añadir valor a sus productos. Solo cuando se haya desarrollado exitosamente una industria, las cosas cambiarán; por lo pronto, mantener a las exportaciones como uno de los ejes principales de su economía es positivo.

Uno de los principales problemas en nuestro país es que se suele exportar solo materia prima, mas no productos manufacturados. Por otro lado, la explotación indiscriminada de nuestros recursos causa mucho malestar social…

Pensemos en Arabia Saudita, que basa su crecimiento económico en la exportación de gas y petróleo, principalmente. Luego de muchos años, sin embargo, hoy se está creando una agenda política que busca desarrollar una industria alrededor de estas actividades. Por ello, ahora hay mucho más desarrollo científico y tecnológico, sobre todo en lo referente a la química; y se traduce, entre otras cosas, en la construcción de gaseoductos e infraestructura, lo que genera trabajo y un nuevo mercado dentro del país. Pero como sucede en toda sociedad en miras a la industrialización, siempre hay quejas sociales. En Corea del Sur, por ejemplo, hay mucho malestar en torno a que su economía se base casi exclusivamente en el comercio. Lo que hace falta en el Perú es un pacto inteligente y justo con las empresas extractoras para que el desarrollo llegue a las dos partes.

¿Cuáles, entonces, deberían ser las reglas del juego?

Se trata de seguir los estándares internacionales de comercio. La regla general es el respeto a las normas. La evaluación de la conformidad es un requisito importante.  En el tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Corea surgen problemas, por ejemplo, en cuanto a la importación y exportación de automóviles, ya que Estados Unidos es bastante sensible con respecto a esto; lo mismo sucede con productos agropecuarios. Entonces, más que un juego de poder, se trata de un cumplimiento de las normas acordadas. Es decir, tiene que ver más con lo político y diplomático.

¿Hay alguna forma de que la desigualdad de poderes se equilibre en un acuerdo internacional?

Lamentablemente, tienes razón. Sucede con todos los países poderosos: Estados Unidos, China, la Unión Europea. Las exportaciones de Corea y Perú son más altas que sus importaciones a esos países, y es esa misma balanza la que define las posiciones de poder. En teoría, esto no tendría por qué ser así, dado que se han estipulado acuerdos que no contemplan estas desigualdades, pero al final, por su poder, sucede. No tengo una recomendación particular al respecto.

Muchas actividades industrializadas acarrean fuertes daños al medio ambiente. ¿Hasta qué punto considera que un país debe permitir que algo así suceda? ¿Vale la pena correr el riesgo por el crecimiento económico?

Dentro de las estructuras reguladoras de los Estados, siempre va a haber corrupción, y toma tiempo luchar contra ella. En el caso de los países que recién están entrando a una etapa de industrialización, el tema del respeto por el medio ambiente pierde fuerza frente a otros aspectos, lo que no sucede con países que ya pasaron esa etapa y ahora sí enfocan su interés al medio ambiente. Es casi inevitable. Las leyes, no obstante, deberían luchar contra eso, pero la corrupción suele imponerse.

¿Usted es más partidario del intervencionismo estatal moderado o de la mano invisible del mercado?

Básicamente, es mejor que la industria lidere todo el desarrollo industrial; no obstante, es difícil que en países recién en camino a la industrialización, como el Perú, se cumpla esta regla, porque están en desventaja con respecto a países que sí están industrializados. En este caso, lo mejor es que el Estado intervenga y tome el liderazgo.

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