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“El gran problema es que el Estado está ausente en un tercio del país”

En coautoría con Nicolás Zevallos y Sofía Vizcarra, miembros de nuestro Laboratorio de Criminología, el profesor Jaris Mujica presentó una reciente investigación sobre violencia sexual y embarazo adolescente en la amazonía.

  • Jaris Mujica
    Antropólogo y docente del Departamento de Ciencias Sociales
  • Texto:
    Pablo Timoteo

Mazán es un distrito de 13 mil habitantes, ubicado en Maynas (Loreto), que durante un año fue objeto de la investigación interdisciplinaria que se resume en el libro Estudio de estimación del impacto y prevalencia de la violencia sexual contra mujeres adolescentes en un distrito de la Amazonía peruana. La publicación entrega pruebas fehacientes de que el embarazo adolescente está altamente ligado a la violencia sexual, lo que presenta un alto y preocupante subregistro en esta zona.

¿Con qué conjetura nace la investigación?

Hay una alta tasa de embarazo adolescente, en particular en las regiones amazónicas como Loreto, y las investigaciones siempre se han enfocado en el inicio temprano de relaciones sexuales, falta de conocimiento de métodos anticonceptivos, etc. Sin embargo, nuestra hipótesis era que la violencia es un factor muy importante. Y en efecto, se demostró que es un determinante en las altas tasas de embarazo.

¿De qué grado estamos hablando?

Es un 56% del impacto en el embarazo adolescente por la violencia sexual. Estamos hablando de más de la mitad de casos en el distrito de Mazán. La probabilidad del embarazo es alta respecto a la violencia sexual.

¿Qué casos encontraron durante el estudio?

En el 90% de los casos encontramos violaciones asociadas a una persona del entorno de la víctima, es decir, familiares, amigos de la familia, vecinos, profesores o trabajadores de la zona, pero siempre alguien que la víctima puede identificar. Esta violencia tiene poco que ver con el desarrollo del crimen organizado. Podemos explicar estas violencias más por desigualdades de género o económicas, que por pedofilia, trata o tráfico ilegal de personas. Es una condición estructural y ese es el problema.

¿Cómo enfocó cada uno de los tres autores esta investigación?

Este trabajo, en particular, tiene una gran cantidad de data, un periodo de campo largo y una integración de enfoques: uno que tiene que ver con la información cuantitativa de la muestra; otro con los índices y tasas, abordado desde las ciencias sociales; también hay un enfoque de política pública, porque el objetivo es dar cuenta de un problema para generar cambios; y, finalmente, uno que tiene que ver con lo legal, porque existe un problema jurídico de tipificación de delitos. Allí hay una evidencia de trabajo interdisciplinario que se integra y que dialoga todo el tiempo.

¿Qué otras conclusiones se han encontrado tras la investigación?

Existe evidencia de un enorme subregistro de casos. En la estimación que hemos construido tenemos un subregistro superior al 95%, es decir que menos del 5% de casos de violación doméstica es denunciado. Considerando que nuestras cifras de denuncias son altas, las cifras reales serían brutales. El estudio demuestra que es necesario investigar sobre el punto de inicio de la violencia. La violación y el embarazo son datos relevantes, pero pertenecen a una larga cadena de hechos. No hay que ver esto como un fenómeno creciente, sino como algo que siempre sucedió y que recién se muestra. Si esto sucede con las violaciones, imagínense los índices de robo.

¿Esta es una fotografía del alcance del Estado en zonas como Mazán?

El Estado llega poco, a pesar de que hay una comisaría y una posta. Allí hay dos casetas, pero las preguntas son: ¿esto es el Estado?, ¿lleva derechos, igualdades, servicios y recursos a estas zonas? El gran problema es que el Estado está ausente en un tercio del país.

Mira la entrevista que le hizo Patricia del Río en Jueves a las 3 p.m.

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