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"El corazón tiene poco que ver con la filosofía"

«Un informe sobre la banalidad del amor», escrita por Mario Diament, es una puesta en escena que revive la relación entre Martin Heidegger y Hannah Arendt.

  • Mario Diament
    Dramaturgo y guionista
  • Texto:
    Solange Avila
  • Fotografía:
    Alex Fernandez

¿Qué significó escribir un guion que integra una historia de amor, filosofía e historia?

Qué puede ser mejor que trabajar con todos esos elementos. Esta es una historia de amor compleja, no usual, hasta clandestina por el contexto político. Me parece que son los elementos que un autor realmente privilegia. La ventaja de una historia real es que permite dos cosas. Primero, que todo sea creíble, que no se atribuyan ciertas situaciones límite a la imaginación del autor, y que el público perciba que esto es ficción y que en la realidad es diferente. Segundo que, cuando uno trabaja con personajes con esa inteligencia y proyección, exige que las ideas sean más provocativas.

¿Qué es lo que particularmente te fascinó de esta relación?

Creo que hay historias que tienen una situación interesante y son pasibles de ser investigadas por el autor, puesto que muchos dramaturgos tal vez tienen una idea completa antes de empezar a escribir. No es mi caso. La aproximación es más bien una investigación y una exploración de esas relaciones. Entonces, cuando el autor tiene escritas sus primeras 10 páginas, no tiene la menor idea de qué trata la obra exactamente. Uno va descubriendo la historia de la misma manera que el público. Cuando empiezo no sé si voy a poder terminar, si va a ser interesante o si será un fracaso personal. Pero como uno se enamora de la situación, persiste. Esta historia me pareció formidable, compleja, de real enfrentamiento ideológico entre dos personas muy diferentes.

¿Por qué los públicos de diferentes países se han identificado con esta historia?

Creo que esta obra tiene una ventaja, a diferencia de otras que he escrito, y es que diferentes públicos se relacionan de distintas maneras con la obra. Aquellos que están familiarizados con los personajes se sienten atraídos por conocer su vida íntima. Aquellos que no tienen la mínima idea de quiénes son se sienten atraídos por la historia de amor, por la naturaleza de esta historia. Otros sienten el paralelo entre lo que sucedió en los años 30 del siglo pasado con muchas de las cosas que suceden en la realidad política hoy en día.

¿Cómo evoluciona esta relación pese a los años y a los conflictos sociales irreconciliables?

El corazón tiene poco que ver con la filosofía. Hay gente muy inteligente que cuando está enamorada dice las mismas bobadas que gente que no es tan brillante. Eso aparece en las cartas que se escribían. Hay un elemento con el que estamos lidiando: dos personas de inteligencia y conocimiento poco común, pero ello no se acarrea como una mochila todo el tiempo. El vínculo evoluciona como un conflicto creciente, porque Hannah tampoco puede ignorar lo que significa la postura ideológica de Heidegger, que no solo va contra toda moralidad, sino que va directamente contra su propia naturaleza. Creo que la banalidad o la amoralidad del amor es lo que permite que esta relación persista, porque ella estaba profundamente enamorada del intelecto de él, de su forma de pensar y sus conocimientos. Esas son cosas que no se olvidan, que persisten, ella conserva la memoria de ese profesor que la deslumbró.

En tus roles como dramaturgo y espectador, ¿qué conflicto tuviste al confrontar a un personaje tan contradictorio como Heidegger?

No tuve un conflicto, al contrario. Me parece que hay mucha gente preeminente, escritores, intelectuales que toman posiciones terribles, incomprensibles. Uno siempre tiene la curiosidad de preguntarse por qué, qué lleva a una persona, que tiene todas las facultades para tomar una decisión racional y moralmente válida, a comportarse como un ser miserable. Esa misma pregunta es lo que trato de responder como autor. Entonces, cuando estoy trabajando con el personaje, tengo que ser él, entenderlo y justificarlo de la misma manera que él lo hacía. Ahí se da lo interesante de esta relación y de este trabajo. Los dos deben tener virtudes y fallas, en muchos casos, calamitosas.  Después de escribir es cuando uno empieza a revisar su propio sentimiento. Yo puedo pensar que su comportamiento es injustificado, que todas sus explicaciones no tienen ningún sentido para mí. Creo que él sabía perfectamente lo que estaba haciendo, pero esta es mi opinión como espectador. Como autor, yo siento compasión a veces por el personaje y siento que su razonamiento es convincente en ese contexto.

Un informe sobre la banalidad del amor se presenta hasta el 18 de julio en el Teatro CCPUCP (Av. Camino Real 1075, San Isidro).
Las funciones son de jueves a lunes a las 8 p.m. hasta el lunes 11 de julio. Las siguientes 4 funciones son del viernes 15 al lunes 18 de julio.Precios especiales para la Comunidad PUCP (S/ 30.00) y Estudiantes PUCP (S/15.00)

El Perfil

Nombre: Mario Diament

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