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“Cuando escuchas radio, tu mente se activa con la imaginación”

Pese a que ha sido corresponsal en países del África y Asia, esta es la primera vez que Daniel Zwerdling conoce Sudamérica. Conversamos con él sobre su experiencias en el periodismo de investigación. Visitó la PUCP para dictar el módulo “Storytelling y radio transmedia en la radio pública” en el curso Discursos y Audiencias, del Seminario de Comunicación y Cambio Social de la Maestría en Comunicaciones.

  • Daniel Zwerdling
    Periodista y corresponsal de la National Public Radio (EE.UU.)

¿Cuándo se dio cuenta de que quería hacer periodismo?

Cuando tenía 14 años, me postulé para ser presidente de la clase en mi colegio y quedé tercero de tres competidores. Sin embargo, mientras me lamentaba, un profesor me dijo que el periódico de la escuela necesitaba un editor y acepté porque quería hacer algo. Cuando empecé a trabajar ahí, me quedé impresionado porque descubrí que, como reportero, podía hacerles preguntas a personas importantes y me tenían que responder. Si quería hablar con el director, iba y ya no era él quien me hacía las preguntas, sino yo. Me di cuenta de que si eres un periodista, puedes tener mucha influencia, pero también mucha responsabilidad. Un buen periodista debe convertirse en la voz de la gente.

Ha trabajado en televisión, prensa escrita y, la mayoría de tiempo, en radio. ¿Por qué prefirió esta última?

Empecé a trabajar en la radio para ver cómo me iba y descubrí que el poder de la voz es maravilloso. Tú puedes leer algo en el periódico o verlo en la televisión, pero cuando escuchas a alguien hablando, describiendo las cosas con emoción, furia y pasión, eso se vuelve algo bastante poderoso. En la TV ves, exactamente, lo que ha pasado y tu mente no está muy activa; en la radio, cuando escuchas las voces, empiezas a imaginarte cómo es la persona, cómo se vería, cómo es el lugar que describen. Cuando escuchas radio, tu mente se activa con la imaginación y creo que eso es algo fantástico.

Con la aparición de nuevas tecnologías y plataformas, ¿el uso de la radio ha disminuido?

Sí y no. Los estudios demuestran que en EE.UU. son pocas las personas que tienen una radio en las mesas de sus casas, pero ahora todos tienen el celular. Así que, si quieren escucharla, pueden hacerlo por ahí. En la National Public Radio hacemos podcast y tenemos una aplicación. Algo que está cambiando es que, por ejemplo, en un programa de TV o radio, nosotros decidimos qué segmento va primero o al último, sin embargo, cuando utilizas la aplicación, todo se mezcla y, si estás escuchando una historia y te aburres, puedes cambiar de historia.

¿Qué es lo más importante que tiene que saber un periodista de investigación?

Un periodista famoso de EE.UU. dijo una vez que, para ser un buen periodista, necesitas recordar estas palabras: todos los gobiernos mienten. Siempre lo hacen, de alguna u otra forma, por eso, los periodistas tienen que ser escépticos y estar abiertos a otras opiniones. Solemos tener opiniones personales, pero debemos ser cuidadosos con eso y no mezclarlas con los datos que recogemos en nuestra reportería.

¿Es cierto que estamos atravesando una crisis del periodismo?

Creo que la vida va en círculos en todo. A veces, en la historia, por ejemplo, la Iglesia ha sido bastante poderosa y otras veces, no. El periodismo, sin compararlo, ha atravesado períodos en donde se ha dicho que es terrible y períodos en donde se dice que es bueno. La gente dirá que hay crisis en EE.UU. porque los medios masivos se están deshaciendo de las unidades de investigación, ya que costear a un periodista de investigación resulta bastante caro, pero, al mismo tiempo, han aparecido iniciativas de personas que tienen los recursos y que invierten en periodistas de investigación que los medios dejaron de lado.

¿Cuál ha sido la investigación que más lo marcó?

Es difícil mencionar una pero, a veces, cuando voy en el avión y me quedo mirando las nubes, viene un flash a mi mente. Estuve cubriendo la guerra civil en Somalia, donde la gente se moría de hambre, y había un campo en el que estaban todos los refugiados y dormían en una especie de esteras. Cuando abrí una de ellas, vi a una familia somalí: la mamá estaba extremadamente delgada y los hijos estaban cubiertos con moscas, pero en un estado de pobreza absoluta. Yo estaba ahí con mi micrófono y me pareció algo muy triste, pero, de alguna manera, me sentí afortunado. Intenté hablar con el padre, que estaba sentado pero en estado de shock, hasta que me di cuenta de que no podía hacerlo, que no estaba bien y me fui. Eso siempre vuelve a mi mente y siento que esa familia simboliza todas las personas que sufrieron y que conocí debido a mi trabajo.

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