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"A medida que los países se desarrollan, los padres aspiran a tener hijos con mayor libertad”

Muchas personas han comprado libros que dan consejos de cómo criar a los hijos y cada vez hay más demanda y oferta de este tipo de publicaciones. El doctor Pablo Castro se interesó en ver cómo los autores latinoamericanos estaban aconsejando y si esto se ajustaba a las necesidades de los padres.

  • Pablo Castro Carrasco
    Profesor de la Universidad La Serena (Chile)
  • Texto:
    Susana Navarro
  • Fotografía:
    Felix Ingaruca

¿Qué necesidades tienen las familias latinoamericanas que buscan en estos libros?

En general, la sociedad occidental en el último tiempo ha aumentado la necesidad de las personas por saber cómo educar a sus hijos. En épocas anteriores las familias tenían más referentes que podían ser la propia comunidad, la familia, la iglesia a la que pertenecían, hoy en día los padres sienten que hay muchas más preguntas, múltiples opciones, que el hijo puede ser educado de una forma u otra, esto hace que los padres sientan ansiedad y estos libros o los expertos a través de programas de televisión o columnas de diarios, parecieran intentar responder esta demanda, entonces se genera una relación mediada por el consumo.

¿Cuáles son los consejos más comunes que se encuentran en estos libros?

En general, se observa que los consejos están centrados en la educación emocional de los hijos, en temas más clásicos como la disciplina, en algunas cuestiones como el desarrollo moral de los hijos y también hay mucha diversidad en consejos relacionados con las creencias propias de los autores, más allá de estar basados en los conocimientos de la disciplina que ellos tienen. Pero también se observan creencias religiosas o algunas opiniones personales que no son tan explicitas pero que al analizar los libros uno se da cuenta que tienen más que ver con la visión del autor que con algún estudio o disciplina.

¿Qué ha cambiado a comparación de las generaciones anteriores?

Se ha descrito que una de las cosas que ha sucedido es la desvalorización del «consejo de la abuela». Los padres contemporáneos ya no creen que basta con educar a los hijos como ellos fueron criados, porque hay una percepción de cambio, que hoy en día los hijos necesitan otras cosas, que el mundo es más difícil, que hay más incertezas, que los hijos pueden tomar caminos diferentes, por otro lado, también ha cambiado la concepción del niño, antes se privilegiaba un niño más obediente, más ordenado, más adecuado. Hoy en día, a medida que los países se desarrollan, los padres aspiran a tener hijos con mayor libertad, que puedan expresar mejor sus diferencias y eso hace que los padres sientan que tienen menos referentes.

¿Cree que los padres ahora le dan más importancia a la educación emocional?

En una primera aproximación a este tipo de publicaciones, emergió que varios de estos libros estaban preguntándose o enfatizando los aspectos emocionales del niño, lo interesante es saber si esto surge por un interés particular de la psicología o porque la sociedad contemporánea está muy preocupada en ello. Pero esto también pasa por ser una moda, entre los 80 y 90 hubo más énfasis en el desarrollo intelectual, de cómo convertir a su hijo en un genio, estimulación temprana y ahora estamos en un momento donde los libros hacen énfasis en la educación emocional, algunos autores lo llaman desarrollo socioemocional y otros autoestima, pero es el mismo concepto. Creo que tiene que ver con algunos cambios en la psicología, pero también en que la sociedad toma más en cuenta las dificultades psicológicas y la felicidad de la gente.

¿El cambio en la conformación de la familia hace que los padres busquen más ayuda?

Es una influencia porque los padres se sienten más inseguros. La incorporación de la mujer al mundo del trabajo hace que los padres o madres particularmente desarrollen sentimientos de culpa, sienten que la crianza no está siendo ideal y que requieren de saber cómo hacerlo. Los padres sienten que no están tan presentes, lo cual a veces es real en términos de tiempo y sienten que requieren de una especie de instrucción sobre cómo ser buenos padres, la idea de estar haciéndolo mal ronda de manera muy fuerte en la cabeza de los padres hoy en día. Es difícil saber si crían mejor o peor que antes, pero la crianza es contextual a la cultura, lo que ahora se cree que está bien, antes no lo era así y las preocupaciones de los padres hace 20 o 30 años atrás eran otras, son preocupaciones subjetivas.

¿Qué consejos se dan en estos libros que no sean tan acertados?

Más que un consejo es una tendencia que se expresa en muchos consejos pequeños respecto a la sobreprotección emocional del hijo y la idea de que debes tener cuidado porque puedes traumarlo y se incluye el desarrollo psicológico como si fuera el fin de la familia y eso podría ser hacer sentir a los padres que tienen que sacrificar cosas que son importantes, como a la pareja, si es que la hay. Otra idea es que muchos de estos libros trasmiten la idea de una familia nuclear que no necesariamente es la real y eso puede ser contraproducente, trasmitirle a los padres que los problemas de sus hijos podrían estar influidos por no tener una familia típica, donde está una mujer y un varón como padre, una mamá que trabaja pero que tiene tiempo para sus hijos, es algo que no necesariamente sucede en la familia latinoamericana.

¿Es decir, que los consejos que los padres obtienen de estos libros deben ser tomados con pinzas?

Desde hace un tiempo se ha aconsejado que los padres confíen más en su sentido común, que tengan sentido crítico, es decir, que no asuman que todo lo que está escrito que no es la ley, que justamente detrás de esos consejos no siempre hay investigaciones, es importante que los padres aprendan a reflexionar sobre su crianza, teniendo en cuenta que puede haber diversidad y que no todas las familias son iguales. Podrían ser más valiosos los consejos de la gente cercana, de los propios amigos, de las familias que ellos mismos perciban que son parecidos a ellos, quizás se podría rescatar «los consejos de la abuela», aunque hayan sido sociedades o culturas distintas. No creo que los libros sean totalmente inútiles, hay autores que son muy cautelosos y cuidadosos y que enfatizan en los padres esta idea de que reflexionen y piensen en sus prácticas de crianza para que ellos encuentren las respuestas.

El Perfil

Nombre: Pablo Castro Carrasco

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