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"Copenhague fue una decepción"

Estuvo en Lima para participar en el Encuentro Nacional de Gestión Participativa de Áreas Naturales Protegidas, donde presentó el Informe sobre Desarrollo Mundial 2010: Desarrollo y Cambio Climático, elaborado por el Banco Mundial. El evento fue transmitido por la iniciativa Clima de Cambios, de nuestra Universidad, y PuntoEdu aprovechó para conversar con ella.

  • Marianne Fay

¿Es posible, realmente, frenar el cambio climático?

Sí, es posible. Hay muchas cosas que podemos hacer que tienen costo nulo o aun costo negativo; es decir, que generan beneficios. Por ejemplo, sabemos que si sacamos todas esas camionetas 4×4, habrá efectos sumamente positivos sobre la salud pública y sobre la productividad, porque la gente no pasaría todo el día en el tráfico. Tenemos las medidas técnicas para hacerlo y no se necesita tanta plata. Hay muchas cosas que podemos hacer con una cantidad de dinero mínima y que tendrían un efecto positivo fantástico. Si queremos estabilizar el calentamiento, debemos parar totalmente de emitir CO2.

¿Por qué no se están aplicando estas ideas?

Porque el problema no es un problema de técnicas ni tampoco de recursos; al final es un problema de acción colectiva, que es algo bastante difícil. Acuérdate de que un economista diría que la mayor falla del mercado es esta sensación de que mi acción individual no significa nada. Entonces, el problema es que todos esperan que los otros actúen. Todos piensan: «Si yo hago algo, no importa; si yo cambio mi carro, si voy a la oficina en bicicleta, eso no es nada». Y la verdad eso no es así. Cada acción que una persona toma, tiene un impacto, y solamente si la gente se concientiza más y le pide a los políticos que tomen decisiones de comprar cosas producidas de forma sustentable, así vamos a detener las cosas. Entonces, es un problema de acción colectiva.

¿De qué manera se pueden generar planes para incluir a la ciudadanía dentro de estos procesos de cambio?

Ustedes, los periodistas. Ustedes son los más importantes, y hasta ahora no han cumplido bien con su papel. El problema es que ustedes quieren cosas que vendan los periódicos, quieren hablar de desacuerdos entre los científicos, quieren hablar de cosas dramáticas, como el calentamiento global. Pero si me hablas del calentamiento global, no es mi problema, es global; si me hablas de algo «sin precedentes», yo no tengo las medidas para trabajar sobre algo «sin precedentes». Entonces, hoy en día habemos muchos más científicos y gente que entiende de psicología social que estamos trabajando con periodistas para que puedan compartir esa idea de que cada cosa que cada persona hace tiene una implicancia; no es solamente una cuestión de acuerdos globales, sino que depende de las demandas de los individuos como consumidores y como ciudadanos.

¿Hay algunos ejemplos de este tipo de acción ciudadana por el cambio?

Sí, es muy interesante en EEUU, que a nivel nacional se producen muy pocas cosas, pero a nivel local sí se producen un montón. Hay más de mil ciudades que han adoptado las metas de Kioto. Muchas otras alrededor del mundo, sean Londres o ciudades chiquitas, están adoptando metas de ciudades sustentables. Entonces, acciones a nivel local sí hay; no son suficientes, pero sí hay.

¿Qué significa Copenhague en el futuro de este tema?

Significa que vamos a necesitar muchas otras cumbres. Hubo un cierto progreso pero no fue el suficiente.

¿Sus resultados son tan decepcionantes como parecen?

Copenhague fue una decepción, hay que decirlo. Pero muchos de nosotros lo sabíamos, no había optimismo sobre el tema de Copenhague; entonces, no fue una gran sorpresa, honestamente.

Pasó lo que sospechaban.

Sí.

Muchos países industrializados basan su industria y su poder justamente en la producción, y esta producción genera CO2. ¿Cómo hacemos para que estos países ingresen en la lógica del cambio de mentalidad?

Hay varios que están cambiando esto, por ejemplo, Dinamarca es un país que ha cambiado totalmente su sistema de producción por lo que la mayoría de su energía es eólica. Por ejemplo, en Estados Unidos, el estado de California ha sido muy verde en una forma. Es un estado que ha tomado medidas extremadamente ambiciosas de conversión de electricidad, de uso de energía; es diferente al resto de Estados Unidos. Sí hay partes del mundo donde se han hecho muchos esfuerzos, pero todavía no es suficiente.

Países como el Perú, ¿qué cosas deberían hacer? Si se pudieran resumir en unos cuantos pasos.

En el Perú, la prioridad número uno es adaptarse al cambio climático. Establecer planes en el que se asuman que ciertas cosas van a cambiar, empezar a cuidar el agua, por ejemplo. Otro tema es mitigar las emisiones de CO2. En el caso de Perú, adaptación y mitigación son casi iguales de necesarios porque al conservar sus bosques se va a proteger el país. Se tiene que conservar para mitigar, para no emitir más, pero también porque esos bosques son fuentes de conservación de agua, conservación de suelo, etc. Ahí pienso que el Perú debe actuar sobre el tema de mitigación, pero la prioridad para este país es obviamente la adaptación.

Adaptación y mitigación como parte de un plan conjunto.

Exactamente. Pero, felizmente, a nivel mundial el Perú no representa mucho en términos de mitigación pues su producción de CO2 es baja, pero se trata de uno de los países más sensibles al impacto del calentamiento global.

Entrevista: Ricardo Reátegui Marchesi
Foto: Franz Krajnik

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