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“El automóvil ha invadido todo y el espacio para el peatón ha quedado limitado”

Todos los años, la Facultad de Arquitectura recibe a prestigiados profesionales internacionales para que formen parte del jurado en las sustentaciones de proyectos de fin de carrera. El decano de la Facultad, el arquitecto Frederick Cooper explica que los jurados externos han hecho que aumente el prestigio de la carrera ya que expone a los alumnos a la actividad profesional al enfrentarlos con una persona que no conocen y que viene a ser una especie de cliente alentándolos a elaborar proyectos con mucho más rigor.

  • Javier Malo de Molina
    Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (España)
  • Texto:
    Susana Navarro
  • Fotografía:
    Felix Ingaruca

Usted mencionaba en una charla “Más geografía y menos arquitectura”. ¿Qué quiere decir con esto?

La firma en la que trabajo ha venido desarrollando proyectos hace más de diez años que tienen que ver con lo que llamamos el paisajismo, que no es tomar el entorno inmediato al proyecto sino en una dimensión más amplia, tomando en cuenta la geografía, el territorio y los ambientes naturales. Es una llamada de atención y no solo obsesionarse, como le pasa muchas veces a los arquitectos, con la solución del problema en un entorno muy próximo al edificio, sino tratar de ampliar nuestra mirada, llegar a una escala mayor, las montañas, los ríos, incluso las ciudades más próximas, todo lo que tenga que ver con el entorno verde que acompaña a las ciudades y a los territorios.

¿El crecimiento inmobiliario hace más difícil el tener en cuenta el entorno verde?

La densidad no tiene porque ser un problema si se crece teniendo un orden. Hay sitios donde hay una mayor densidad y otros no, pero siempre debe tener en mente la construcción de  una atmósfera que sea buena para todos los que viven ahí. El edificio puede ser mejor o peor, pero dicha construcción tiene un entorno, la ciudad, el espacio público, hay que pensar dónde, cómo, con qué límites se está trabajando, cuánta densidad va a tener, cuánta altura, tiene que estar planificada, viendo dónde se da, no dejando que suceda por que sí. De los muchísimos parámetros que hacen que las ciudades crezcan solo se está tomando en cuenta uno, la densidad, pero debe acompañarse de varias cosas, uno tiene que preguntarse qué significa esto con respecto al espacio que se construye, si trae coches o no, hay que contemplarlo incorporando más datos no solo hacer edificios y ya.

¿Cree que los limeños vivimos mal, cada vez más hacinados?

Es consecuencia del aumento de la población en general, el asunto inmobiliario no puede ser el único dato, debemos tener una mirada más amplia, a lo mejor no pasa nada por tener departamentos más pequeños siempre y cuando el espacio exterior -el espacio público- sea valioso. Si este tampoco no tiene ningún valor, vivir en un espacio reducido se vuelve peor todavía. Podemos vivir en un lugar muy pequeño, siempre y cuando el espacio exterior tenga buenas condiciones, en países como Perú donde el clima es muy razonable, donde no hay temperaturas extremas, el espacio público es un componente fundamental y puede compensar lo otro, lo que no se puede hacer es tener espacios domésticos, privados, cada vez más reducidos y espacios públicos de peor calidad, eso hace que vivamos peor, pero una cosa debe compensar la otra.

¿Qué hace que el espacio público sea de calidad?

Pues un espacio público en el que quieras estar, que tenga vida, que incorpore asuntos del medio ambiente, que sea saludable y seguro, no solo en términos de violencia delictiva sino también en la relación con el automóvil. Una de las razones fundamentales por las que la gente ha huido del espacio público es que el automóvil ha invadido todo y el espacio para el peatón ha quedado muy limitado, siendo este fundamental. En los países que progresan, hay una reducción del espacio que ocupa el coche, porque si no es imposible incorporar el peatón a la ciudad. En los países escandinavos en el norte de Europa, llevan 40 años reduciendo la presencia del coche en la ciudad, lo cual no significa hacerlo desaparecer, eso hace un espacio de calidad.

Algunos mencionan que los arquitectos habrían perdido poder ante la masificación de las construcciones.

Lo que falta es la dimensión de pensar en la ciudad, si solo piensas en edificio por edificio, puede estar bien, pero si no lo ves en conjunto con todo lo que lo rodea, el edificio pierde su valor, es decir, que el edificio sea mejor o peor es circunstancial, primero hay que construir la ciudad, los barrios, las atmósferas de cada uno y luego los edificios. Puede que hasta incluso no tengan importancia, siempre y cuando cumplan un orden y tengan a la ciudad en su conjunto. Más necesario es determinar, por ejemplo, que en dicho barrio solo se permitan edificios de cuatro plantas de altura, porque es lo mejor para organizar el espacio, darle un carácter, si todo está desordenado hasta las cosas más pequeñas fastidian.

Ya en su papel como jurado de este año, ¿Qué espera ver en los proyectos?

No tenía muchas expectativas, en el sentido que no sabía que iba a encontrar, pero me he visto con proyectos muy bien fundamentados, donde hay mucha investigación, muy bien colocados, en contraposición al desorden de la ciudad. Veo que los proyectos son muy razonados, con un importante armazón intelectual fundamentando cuál es el problema.

El Perfil

Nombre: Javier Malo de Molina

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